viernes, 17 de abril de 2009

Nuevo blog


Si por casualidades de Internet acabas de llegar a este blog, te recomiendo que visites mi nuevo espacio en Internet Marcando el contrapunto

domingo, 8 de julio de 2007

¿Por qué se toman doce uvas en Nochevieja?

Es una de esas noches del año en las que sabes que el espectáculo está asegurado, ni el niño ni de abuela podrán aburrirse en toda la velada, y es que además de ser una de las noches más mágicas del año son propicias para las sorpresas.
Todo parece que marcha a las mil maravillas, la cena está casi acabada, los comensales bien arreglados y hambrientos para degustar todos los platos que la santa de madre de cada uno ha estado elaborando durante varios días, y aquí comienza el show de Nochevieja. Esa madre que le pide su hija que vigile el pavo que va a pintarse un poquito los morros y a ponerse guapa para la ocasión, cuando de repente el olor ha quemado inunda la casa hasta legar a la pituitaria de la señora que tan felizmente se arreglaba en el baño. Primera sorpresa de la noche: nos quedamos sin cena.
Tras pedir un par de pizzas y calentar algo en el microondas los invitados se sientan alrededor de tales manjares como un apetito terrible y disimulando el dolor de la primera pérdida de la noche. Y claro está, con la poca comida existente el vinito de Nochevieja sube a la cabeza tan pronto como te das cuenta, y a la media hora,ves a tu tío del pueblo subido a la mesa y cantando lo primera que se le venga a la cabeza, un villancico por ejemplo. Segunda sorpresa de la noche: tu casa se transforma en el plató de Factor X, eso si, sin Nuria Roca.
Faltan pocos minutos para las doce, el revuelo es tremendo, gente para aquí para allá, hay quienes nos sentamos para pelar las uvas y dejarlas hechas un adefecio. Y como cada año, ahí están, Ramón García y su capa y la guapa de turno explicando de nuevos el sonido de las campanadas, por Dios, que tan cortitos no somos. Los nervios crecen, la gente se mira y ríen, todos tienen su papelito con sus doce uvas, menos la abuela que empezó hace ya casi más de una hora. ¡Tom! Y comienzan las campanadas, una tras otra vamos engulliendo dicho alimento, muy concentrados y pidiendo nuestros más arduos deseos, hasta que vemos a nuestro cuñado retorcerse en el suelo. Tercera sorpresa de la noche: las uvas asesinas atacan el esófago de algún que otro invitado


Lo que dicen los expertos
¿Y por qué tomamos uvas? La tradición se remonta al siglo XX, a principios de 1900 hubo un gran excedente de uvas y para dar salida a esta cantidad inesperada de la cosecha los agricultores fomentaron la idea de que tomar doce uvas en Nochevieja traía suerte para el año venidero, pero eso sí, la fortuna es para aquel que es capaz de tomar cada uva con su correspondiente campanada

martes, 3 de julio de 2007

Irse de picos pardos

¿Pensáis que estos gatos se han ido de picos pardos? Un poco sí, verdad.
Es una expresión castellana una tanto peculiar y que a más de uno le va a sorprender su origen,por lo menos para mí ha sido una de las más desconocidas. Es una frase que juega con la sonoridad de sus consonantes y que da una especie de ritmo, el movimiento de lo que dicha expresión significa, y es que irse de picos pardos denota irse de fiesta, a pasártelo bomba sin importarte nada de nada. El origen de esta expresión se remonta hasta la Edad Media cuando se les obligaba a las prostitutas a llevar un trozo de tela en su vestido en forma de pico y de un color marrón o pardo. En estos tiempos irse de picos pardos tenía un significado bastante claro, una idea que se ha extendido a lo largo de los siglos y que ha llevado a cabo una clara variación en el significado de dichas palabras.

jueves, 28 de junio de 2007

Los niños de azul, las niñas de rosa

Son tantas las tradiciones sociales que siguen vigentes hoy en día que esta costumbre casi pasa desapercibida pero, solo es cuestión de pararte en la alameda de tu pueblo y ponerte a observar. En breves instantes verás a una de esas familias modernas pasear por el parque, a su alrededor solo corretean dos niños, y es que la vida está muy cara, la parejita, el niño y la niña, ese es el sueño de toda pareja. Ves que son normales, que ríen,que regañan a sus niños, que se divierten en familia, cuando.... ¡plam! Te das cuenta que bajo ese caparazón de modernidad: móvil 3G, su niño con una Nintendo DS,.. se esconde una pareja tradicional: el nene de azul y la bebé de rosa, hasta con una felpa a juego. En muchas ocasiones se ha ido hablar de esta costumbres y todos los de mi alrededor están de acuerdo: menuda estupidez, idea que se acrecienta cuando el matrimonio ha metido un gol en propia puerta y en vez de uno vienen dos, tres, o... los que Dios quiera. Son en estas situaciones cuando esta estúpida tradición se acentúa. Volvamos al caso anterior, nuestra pareja moderna por el parque, pero en esta ocasión son tres niñas las que corretean con sus muñecas. Las observas, son unos clones, todas de rosa con el mismo modelito, con el mismo peinado y lo único que las diferencian es el corte del cuello del vestidito, ¡Dios! más originalidad.

Lo que dicen los expertos
Según cuenta el sociólogo inglés Desmond Morris en uno de sus libros, El mono desnudo, el color azul tiene connotaciones protectoras y ahuyentativas de espíritus al relacionarse con el cielo y el mar. Este color se reservaba a los varones porque en esa etapa eran considerados más importantes y vulnerables. En la actualidad, en Oriente Medio muchos árabes pintan las puertas de sus casas de este color para alejar a los espíritus malignos. En cuanto al rosa de las niñas, la tradición viene desde principios del siglo XX. Este color se relacionaba con la Tierra, la salud y la vida, un atributo que solo las chicas pueden dar.

jueves, 21 de junio de 2007

¿Por qué las letras de los teclados tienen esa rara disposición?

Recordáis vuestros primeros pasos, bueno, vuestros primeros tecleos, muy despacios, letra por letra, con la simple ayuda de tu dedo índice, mirando el teclado sin levantar la mirada y es que cualquier despiste podría ser perjudicial para la estética de esa carta de amor que tan feliz y contento escribías en secreto para esa chica del cole que tanto te gustaba. Te peleabas con el teclado por buscar la manera de colocar las tildes, y no quiero decirte por conseguir incluir algún que otro signo que tan herméticamente oculto su creador, y yo me pregunto, ¿con qué fin? Horas y horas para dar con ese arroba, con ese asterisco que envolviera vuestro nombres, minutos y minutos en los que la desesperación se acrecentaba y maldecías la distribución tan peculiar de ese pedazo de metal. Es ese día, cuando reflexionas y te preguntas si es casualidad que su diseñador pensase en jorobarte la vida colocando las teclitas de la manera más complicado que su mente perturbada pudo crear y de esta manera echar abajo tus planes decorativos de esa fabulosa notita.


La desesperación puede llegar a ser extrema


Lo que dicen los expertos
El origen de esa distribución surge a raíz de un inconveniente que le surgió a Christopher Latham con la primera máquina de escribir en 1872. Dicho aparato contaba con una distribución alfabética de las teclas pero al ser estas de tipos, es decir, de martillos con el inverso de las letras grabadas en su cabecera, si se escribían letras cercanas entre sí a gran velocidad, los tipos se trababan. Latham eliminó dicho inconveniente alternando dichas piezas mediante un estudio de frecuencia de aparición de pares de letras. Este nuevo orden recibe el nombre de las seis primeras letras del teclado, QWERTY, y se extendió a las máquinas electrónicas y a los ordenadores.

viernes, 15 de junio de 2007

El comer nos calma

Sí, así es, se acabaron las cantimploras de tila, melisa, o todo tipo de mejunjes de la abuela que nuestra madre nos ofrece cuando nos ven un poquito alterados y es que la solución es darse un buen atracón gastronómico.

Si tienes un examen, no dudes en abrir la nevera y engullir como un energúmeno todos los pasteles que tan ansiosamente tu hermano esconde tras las terribles verduras de tu madre. Pero si la cosa es aún más grave ¡péjate un festín! Coge a tu chorvi y llévatela a cenar al restaurante más caro y lujoso de la ciudad, y lo que es más importante, donde el cocinero sea generoso y llene bien los platos. Para rematar la noche y para que esta cenita especial no acabe con tu cuenta corriente finge que los nervios te han traicionado y... dejaste la cartera en casa. Si nuestra novia es una descarada y acudió a la cita sin blanca, no nos quedará más remedio que quedarnos todo el resto de la velada fregando platos, ¡eso si que relaja a cualquiera!

Lo que dicen los expertos
La explicación es bastante sencilla y atiende a nuestros principios más naturales. El ser humano de pequeño ha encontrado calma en los brazos de su madre durante el amamantamiento y desde niños hemos relacionado la tranquilidad con el comer, de ahí que aún hoy estemos más relajados y calmemos nuestros nervios con el estómago lleno.

domingo, 10 de junio de 2007

Tras un estornudo: "Jesús"

Una expresión bastante antigua y usada tanto por creyentes como ateos hoy en día, una frase que escuchamos entre nuestros abuelos y en algunos casos entre los más jóvenes, una curiosidad que viene a satisfascer nuestro apetito por saber mientras se resuelve la incógnita planteada en la anterior entrada. Dicha expresión proviene de la antigüedad donde las creencias divinas era la base de toda cultura pero, a pesar de ello, ha perdurado a lo largo de la historia. En tiempos pasados se pensaba que las personas poseíamos malos espíritus en nuestro interior y al estornudar se escapaban, el cuerpo los expulsaba, entonces, la gente de su alrededor debía de decir "Jesús" para que el cuerpo quedase en calma