martes, 17 de abril de 2007

Un susto acaba con el hipo

El hipo son espasmos de los músculos del diafragma que controlan los nervios vagos y que se produce cuando éstos están irritados por diferentes motivos, alguno de ellos bastante importantes, pero el hipo que nos puede ocurrir a ti o a mi, se debe principalmente por dos causas, o porque el estómago está muy lleno o por una elevada ingesta de bebidas gaseosas. Y es curioso porque su duración es toda una incógnita, nadie sabe cuando se esfumará, y si no que se lo digan a Charles Osborne que soportó durante 68 años este fenómeno que se acaba con un simple cierre brusco de la glotis.


Estás cansado, ya no sabes que hacer, es que ya hasta te duele el pecho, has probado todo lo que sabías para terminar con él, pero nada ahí sigue ¡hip!: has bebido diez tragos de agua que te han revuelto todo el almuerzo y ahora también te duele la tripa, ¡hip! Has aguantado la respiración hasta quedarte transpuesto y con los ojos enrojecidos, ¡hip! Y ha sido el tremendo susto al ver la factura de tu móvil lo que lo ha esfumado de un plumazo. ¿Y por qué? Qué fuerza tiene el miedo para que el hipo salga corriendo sin más, bueno, el susto del gato es comprensible.

Lo que dicen los expertos
Bueno en este caso, lo que dice Fermín Cañada, médico de familia.
Los espasmos puede detenerse tras recibir un susto que obliga a los nervios vagos a moderar el pulso cardiaco y disminuir la presión sanguínea. Al realizar esta tarea los nervios vagos llegan a olvidarse de los espasmos y el hipo cesa.
¡Por fin! ¡Hip! ¡Mierda!

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