¿Por qué brindamos en las celebraciones?

Es como un ritual: elevar las copas, chocarlas con todos los miembros de la fiesta sin dejar de sonreír, acercártela y en algunos casos hacer ese jueguecito que en su día todos nos pareció original: primero a la izquierda, después a la derecha, arriba, abajo y para finalizar al centro y "pa´dentro". Sí amigos, eso es brindar, que resumidamente sería tomarte una copa haciendo un poco el tonto, bueno, eso normalmente se hace después cuando ya no distingues cual es la derecha de la izquierda y te das cuenta que vas medio desnudo por la fiesta al son de la bachata y agarrado a la cintura de un vecino bailando la conga. Y es que esas burbujitas revolotean por nuestras cabezas que hasta nos impulsan a lanzarnos por bulerías, a bailar por sevillanas e incluso a actuar como el nuevo novio de la Obregón. Y es que no es que no sepamos controlarnos al beber, es que no sabemos parar de brindar: que si primero porque repitamos una reunión como esa, que si por nosotros, que si por la vida... vamos que terminamos brindando hasta por el felpudo. Y llegamos a la cuestión ¿algunas vez os preguntasteis de donde viene esa tradición?

Lo que dicen los expertos
Todo nace de la desconfianza. Según el historiador Benigno Iturriaga debemos remontarnos a la Grecia antigua donde sus habitantes llegaron a la paranoia por la desmesurada afición de envenenar a los amigos. El plan consistía en invitarlos a cenar en casa y tras la comida se le ofrecía la copa envenenada que chocaban para que se mezclaran las sustancias. Actualmente y tras ver estos hechos el acto de brindar demuestra confianza y familiaridad.

Nota: Precaución con la bebida, no querráis acabar como éste.